Tratamientos

Rinosculpture, la rinomodelación de la nariz sin cirugía que perfila el rostro en minutos

La nariz está en el centro del rostro y, por eso, un ajuste mínimo puede cambiar la armonía facial. En paralelo al auge de la medicina estética facial, cada vez más personas buscan alternativas a la cirugía que permitan mejorar el perfil sin quirófano, con una recuperación corta y sin un postoperatorio largo.

Entre esas opciones destaca la rinomodelación, también conocida como rinoplastia sin cirugía o rinoplastia líquida. Bajo nombres comerciales como Rinosculpture, el planteamiento es parecido, emplear ácido hialurónico para modelar la forma externa de la nariz mediante infiltraciones en puntos estratégicos. El procedimiento suele realizarse con anestesia local, no requiere hospitalización y, en muchos casos, la sesión se mueve entre veinte y cuarenta minutos, según la técnica y la complejidad del caso.

La finalidad no es reducir una nariz como haría una rinoplastia quirúrgica, sino camuflar irregularidades y equilibrar proporciones. Se utiliza para elevar ligeramente la punta, suavizar un caballete discreto, corregir asimetrías leves, mejorar la proyección y aportar continuidad al dorso para que la luz se distribuya de forma más uniforme al ver el perfil. En algunos casos, también se plantea como apoyo estético en pequeñas secuelas tras golpes o intervenciones previas, siempre que el objetivo sea moderado y se limite al contorno externo.

Cómo se realiza, duración y precio orientativo

El punto de partida es una valoración médica, con exploración, revisión de antecedentes y, a menudo, fotografías para planificar. En consulta se define un enfoque conservador, porque en esta zona milímetros de más o de menos se notan. El relleno se coloca en áreas concretas del dorso y de la punta, mediante microinyecciones y, en ciertos casos, con microcánula roma para reducir el traumatismo. El objetivo es crear soporte, nivelar irregularidades y ajustar ángulos para que el conjunto se vea más equilibrado. El cambio suele apreciarse al momento, aunque es habitual que exista una inflamación leve que se asienta durante los días siguientes.

Como el ácido hialurónico es reabsorbible, el resultado es temporal. En la práctica, lo más habitual es una duración aproximada de 12 a 18 meses, con variaciones según el tipo de producto, el metabolismo de cada persona y los cuidados posteriores. Algunas personas requieren retoques puntuales para mantener el acabado cuando el volumen va disminuyendo de forma gradual.

Los cuidados posteriores suelen ser sencillos, pero conviene seguirlos con rigor. Se recomienda no presionar ni masajear con fuerza la nariz durante varios días, evitar el calor intenso, como saunas o aguas termales, y limitar el ejercicio muy exigente en las primeras 24, 48 horas. También se suele aconsejar prudencia con el alcohol el primer día y no tumbarse inmediatamente después del tratamiento. En algunos protocolos se sugiere evitar el uso de gafas durante las primeras horas, para no ejercer presión mientras el producto se asienta.

En cuanto a posibles efectos, lo más frecuente son reacciones locales transitorias, como sensibilidad, inflamación, pequeños hematomas o enrojecimiento. En ocasiones puede aparecer una ligera asimetría que se ajusta en una revisión, o pequeños bultitos que suelen mejorar con el tiempo. También se describen complicaciones como nódulos, infección o el llamado efecto Tyndall, un tono azulado cuando el producto queda demasiado superficial. Además, aunque sea poco frecuente, existe un riesgo que los especialistas consideran crítico, la oclusión vascular, que puede comprometer el riego sanguíneo de la zona. Precisamente por esa posibilidad se insiste en que sea un acto médico, con conocimiento anatómico, capacidad de detectar señales de alarma y recursos para actuar con rapidez si aparece una complicación.

En SEO, muchas búsquedas giran alrededor del coste. El precio de la rinomodelación varía bastante en España por ciudad, experiencia del profesional, cantidad de producto y complejidad del caso. Se ven promociones alrededor de 240 euros en determinadas campañas, pero lo más repetido para un caso estándar suele moverse entre 400 y 600 euros. Como referencia orientativa, algunas estimaciones sitúan un coste medio en torno a 430 a 450 euros, aunque el presupuesto final puede subir si se requieren más viales o una revisión adicional.

Para quien valore una rinoplastia sin cirugía, la clave está en alinear expectativas. La rinomodelación puede aportar una mejora rápida, con un enfoque reversible y sin quirófano, pero no sustituye a la cirugía cuando el cambio buscado es estructural o funcional. Un diagnóstico realista, un plan prudente y un seguimiento correcto suelen marcar la diferencia para lograr un resultado natural y, sobre todo, seguro.

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